En un artículo anterior os contábamos que había muerto la gata más vieja del mundo a los 24 años. Ahora, el título del gato más viejo del mundo lo va a heredar Whisky. Os contamos la historia.
Whisky, el gato más mayor del planeta, murió a los 30 años, en el sudeste de Inglaterra. Su equivalente en años humanos podría estar cerca de los 138 años. Como curiosidad, añadiremos que Whisky nació con dos ovarios y dos testículos a la vez, y que después de someterse a una operación, podemos afirmar que era macho. Hacía unos años que había tenido una insuficiencia renal que lo llevó a perder la vista, pero eso no le impedía vivir feliz junto a su dueña, Lorraine Arnott, de 34 años. Ella solo tenía 5 años cuando nació Whisky del que no se separaría hasta el día de su muerte. El año pasado, tuvo lugar un incendio en su casa y según la señora Arnott, su gato le tapaba la nariz tratando de protegerla del humo.
Concretamente, el gato llegó a vivir 30 años, un mes y 10 días, según nos cuenta su dueña, las últimas semanas había perdido mucho peso y caminaba con cierta dificultad. Confesaba también a los medios de comunicación que la muerte del gato le había afectado tanto como la de su padre. Ella le quería con locura, llegó a decir que su gato era mejor que cualquier hermano o novio, que nadie podrá sustituirle, que solía darle besos encantadores, y que era muy cariñoso.
Y los lectores se preguntarán cuál será el secreto de la longevidad de este gato. El amor desmesurado seguro que es un factor crucial pero su dueña confesó que siempre había alimentado a Whisky con una dieta baja en proteínas, sobre todo durante su vida adulta. Desveló también otro secreto, dormía siempre bajo su edredón, muy calentito, sin olvidar que le dio mucho amor. Parece que esta mujer es un ejemplo a seguir en el cuidado de los gatos, tuvo otro gato que murió a los 25 años y la madre de Whisky vivió hasta los 27, según nos cuenta.
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Artículo por: Miperroesunico.com
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