La llegada de un perro nuevo a la familia

Si llevamos un tiempo conviviendo con nuestro perro, seguro que está acostumbrado a ciertos hábitos que se pueden ver alterados si introducimos un nuevo cachorro a la familia. El desenlace de esta historia puede ser muy positivo o muy negativo y esto vendrá condicionado por el carácter de nuestra mascota. Si ya hemos vivido con él episodios agresivos, si suele pelearse con frecuencia con otros perros o si su relación con otros animales acostumbra a ser violenta, será aconsejable contar con un adiestrador o entrenador canino especializado.

Antes de traer al nuevo perro a casa, deberemos preparar un espacio para él, un lugar para que duerma, una cama y una habitación donde poner su agua y su comida. De esta manera conseguiremos que el perro más veterano no se sienta invadido por el nuevo.

Es muy recomendable que la presentación entre los dos perros sea fuera de la casa, en un lugar neutral, el jardín de otra casa, una playa, un parque o de excursión por la montaña. De esta manera conseguiremos que el primer contacto no se vea influenciado por factores territoriales o de celos. Es recomendable que cada perro vaya con una persona diferente y dejarlos sueltos para que jueguen, su huelan y se conozcan. Si el nuevo perro es un cachorro es muy probable que el veterano lo someta. Si en este primer encuentro, se inicia una pelea, tendremos que separarlos rápidamente antes de que se hagan daño y evitando siempre tirar de la correa, eso aumentaría su agresividad. Llamar su atención con otros estímulos para detener la pelea puede ser muy buena idea.

Después de este primer contacto, ya podemos invitar al nuevo cachorro a casa. Es muy importante no romper con la rutina establecida del perro veterano. Horarios de juego, comida y paseos. Durante las primeras semanas debemos estar atentos a sus reacciones y a su manera de comportarse. Hasta que no veamos que se conocen y se respetan, evitaremos, en la medida de lo posible, dejarlos solos.

Terminamos el artículo con 4 consejos finales que pueden ser muy útiles para los que os encontráis en esta situación:

- Si vas a introducir a un cachorro en la familia, debes dejar que él solo investigue la casa por su cuenta y se acerque al perro veterano a su tiempo, sin forzarlo ni imponer el encuentro.

- No dejarlos encerrados en el mismo espacio juntos hasta que no se conozcan bien y su relación sea más cordial.

- No debemos permitir que un perro intimide al otro bajo ninguna circunstancia.

- En la medida de lo posible, pondremos los platos separados uno del otro, para que no se den agresiones por culpa de los celos por la comida y para que ambos aprendan que cada uno debe comer de su propio plato.

Artículo realizado por: Miperroesunico.com

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