Está demostrado que los gatos comunes suelen vivir más años y son más sanos que los gatos de raza porque son más fuertes genéticamente. Según el libro 100 maneras de entender a su gato de Roger Tabor, biólogo conductista de gatos, hay más gente que vive con gatos comunes que de raza, el 90% de gatos domésticos en el Reino Unido y el 60% en Estados Unidos son comunes. Lo que sí que es verdad es que las principales exposiciones de gatos, presentan sobretodo razas y crías, en vez de gatos comunes. Obviamente, los gatos de raza pueden ser y son buenas mascotas, pero también, como pueden afirman millones de dueños de gatos callejeros, también estos últimos lo son.
El autor del libro habla de la energía híbrida, afirma que los gatos comunes son buenos, valientes y tienen un pedigrí maravilloso del que no sabríamos marcar su inicio, que se pierde en los orígenes y en la historia de estos pequeños felinos. Al aparearse de un modo aleatorio, han aplicado, sin darse cuenta, el mejor programa posible durante muchas generaciones. Su supervivencia y cría posterior derivan de la selección natural, favoreciendo cualidades que eran clave para una vida saludable. Es definitiva, una combinación impecable que ha dado como resultado animales sanos, con una perfección natural en su diseño y funcionalidad.
Es verdad que los gatos de raza alcanzan más edad que antes, pero necesitan la ayuda y la asistencia de veterinarios. En algunos países la población de gatos comunes autóctonos está formada por un tipo de gato que luego ha pasado a considerarse una raza de moda, como el de angora en Anatolia, el siamés y el korat en Tailandia y el japonés rabicorto en Japón.
El hecho de competir en base a unos estándares creados por el hombre ha llevado la cría al límite. Por ejemplo, al tener la cara más plana, los persas tienen dificultades para respirar. O también se han dado mutaciones perjudiciales para la salud del gato, como es el caso de los gatos esfinge. Según el autor, no deberíamos experimentar genéticamente con animales si ello va a llevar a debilitar la especie. Gracias a su influencia, Roger Tabor logró que la Convención Europea para la protección de las Mascotas de 1997 responsabilizara a los criadores por seleccionar características anatómicas, fisiológicas y de comportamiento que puedan poner en peligro el bienestar y la salud de estas mascotas.
Artículo por: Miperroesunico.com
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