Escuchar que nuestro perro tiene un ataque de hipo nos suele preocupar, pero a la vez nos desconcierta porque no sabemos si es grave o algo tan simple que solo necesita dejar que se le pase, como sucede la mayoría de veces con nosotros los humanos.
El hipo, que es una contracción involuntaria en el diafragma (músculo que separa la cavidad torácica del abdomen), produce un sonido corto y en ocasiones agudo, y no debe ser pasado por alto.
CAUSAS
En algunos casos se origina por comer o tomar agua muy rápido o agitadamente. Si nuestro perro hace esto, debemos enseñarle a comer bien: dividamos su porción en seis partes para darle una seguida de la otra, con 40 o 50 segundos de espera entre cada una, siempre en su plato.
El frío también puede provocar hipo y por eso debemos abrigar a nuestra mascota si presenta temblores, somnolencia, respiración lenta, rigidez muscular o movilidad lenta y torpe y resequedad en la piel.
El hipo también puede estar ayudando al estómago a deshacerse de gases y busca aliviar al esófago de irritaciones, por lo que debemos llevarlo al médico veterinario.
Es grave si es producto de un desorden estomacal mayor, cuando el organismo rechaza ciertos sólidos o líquidos que se ingirió. En este caso hay que llevar a nuestro engreído al especialista con mayor urgencia y buscar identificar qué pudo haber comido o bebido para facilitar su tratamiento.
Fuente: trome.pe
Artículo realizado por: Miperroesunico.com
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