La rabia canina tiene presencia en todos los continentes, es una enfermedad que tiene un origen viral.
Los perros son los mamíferos que más transmiten este virus. Aunque cualquier otro mamífero podría contraer la enfermedad. Y en algunos lugares, los gatos son más portadores que los perros. Hay otros animales portadores también: los zorros, los mapaches y los murciélagos.
Existen solamente tres lugares en los que la rabia no está presente: Australia, Inglaterra y la Antártica. En el resto del mundo, podemos encontrar casos de esta enfermedad mortal. Al ser muy peligrosa para los humanos, en todos los países se han tomado medidas para prevenirla e incluso eliminarla.
¿Pero cómo afecta exactamente esta enfermedad?
Se trata de un virus que ataca al sistema nervioso y acaba produciendo la parálisis y la muerte del animal. La enfermedad se manifiesta de dos maneras. Una es volviéndose violento y agresivo. La otra es con la parálisis de la garganta.
¿Cómo se transmite?
Es un virus que vive en la saliva, así que la principal vía de transmisión es la mordedura de un perro.
Prevención
Existen vacunas para prevenir la enfermedad, pero una vez contraída, no existe ningún tratamiento y la mortalidad es casi del 100%. Es por este motivo que todos los perros tienen que vacunarse a una edad muy temprana. Y después, repetir la vacuna de forma periódica. Según la zona y el tipo de vacuna, puede ser cada año, cada dos o incluso cada tres años. El plan de vacunación y su programación es responsabilidad por un veterinario.
Consejos
Para terminar este artículo, queremos recordar que si alguna vez os muerde un perro, tenéis que lava la herida y asistir a un hospital o centro de salud de forma inmediata. Si los médicos lo consideran necesario, aplicarán unas vacunas para prevenir la rabia, aunque no se hayan presentado aún los síntomas, y es que no debemos olvidar que una vez haya síntomas, ya no hay casi nada que hacer.
Artículo realizado por: Miperroesunico.com
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